Retrocedí el tiempo
hasta aquella lluviosa tarde de octubre.
Caminé por el parque.
Me senté en la banca
que hicimos nuestra.
Donde por primera vez
nuestras miradas se besaron
y se amaron en silencio.
Como esos niños que son novios
sin saberlo.
Senti.
Suspiros inalcanzables
Miradas confusas
nuestros sueños yacidos
flotando en el aire.
Lloré, tragándome las lágrimas.
Grite en el silencio que rasga el alma
Dolió
en el que ya no estamos.
Se desgarraron los ojos.
Los labios mordierón el beso primero.
Regrese con los recuerdos
ahogados de tristeza.
¡Ay amor!
Nunca lograste nadar
En las aguas de mi océano.
Autora Zamy
La Paz, B.C.S. 08 de junio de 2009
Lunes 12:25 PM
No hay comentarios:
Publicar un comentario